Durante la semana pasada, los datos revelan que la cadena de bloques de Bitcoin ha sido testigo de la partida de casi 100 Exahash por segundo (EH/S) de Hashrate. Gran parte de ese éxodo se desarrolló después de que la dificultad subió a 123.23 billones el 19 de abril.
¿El próximo reiniciado restaurará el equilibrio de Bitcoin el 4 de mayo?
Los datos de HashrateIndex.com muestran que 91 Eh/s han abandonado la red desde el 17 de abril de 2025, cuando navegaba a 917 Eh/s. La red recientemente alcanzó un pico histórico de 926 EH/s el 8 de abril, medido por el promedio móvil simple (SMA) de siete días. Sin embargo, a partir del 17 de abril y durante los siguientes nueve días, las cifras revelan una disminución pronunciada en la potencia computacional.

Del 17 de abril al 26 de abril, la red perdió 91 eh/s.
La mayor parte de esta caída coincidió con un aumento de dificultad del 1.42% el 19 de abril. Ese ajuste específico elevó la dificultad a 123.23 billones y marcó el cuarto aumento consecutivo. Ese aumento en la dificultad, que instigó un éxodo de hashrate, ha estirado intervalos de bloque más allá de la norma de 10 minutos. Los bloques ahora promedian 10 minutos, 34 segundos.
Dado que los tiempos de bloqueo más lentos generalmente provocan una reducción de dificultad, el próximo reorganización del 4 de mayo proyecta una caída del 5.5%. Este cambio coincide con los ingresos de mineros mejorados, ya que el HashPrice, el valor diario esperado de 1 Petahash por segundo (ph/s), se sumergió notablemente la semana pasada. El 19 de abril, fue de $ 44.06 por ph/s; Hoy registra $ 48.70, una ganancia del 10.53%.
El reciente retiro de Hashrate de Bitcoin ilustra el equilibrio dinámico de la red, ya que el aumento de la dificultad desencadena las salidas de los mineros y ralentiza temporalmente los tiempos de bloque. Hashprice gana en medio de esta pista de reflujo de una mayor rivalidad entre los mineros restantes, aliviando las presiones de rentabilidad. La inminente dificultad para el reorganización encarna la naturaleza autocorrectora del protocolo, preparada para realinear incentivos y potencialmente aligerar la carga para los mineros en este ciclo.