A raíz del establecimiento del presidente estadounidense Donald Trump de una Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR), ha surgido especulaciones con respecto a las posibles iniciativas del Departamento de Defensa (DOD) para participar en la minería de criptomonedas.
¿El DOD está entrando en el Bitcoin Mining Arena? Una publicación X provoca la discusión
El 17 de marzo, Michelle Weekley, ejecutiva de Cryptocurrency Enterprise Byte Federal, encendió un diálogo provocativo con respecto a la posible exploración del Departamento de Defensa de los Estados Unidos de Bitcoin (BTC). El lunes Weekley declaró: “Creo que el Departamento de Defensa comenzará a extraer Bitcoin”, acompañando su hipótesis con una serie de imágenes misteriosas y vagas.

Publicación x de Weekley.
Entre los materiales diseminados se encontraba un reembolso de Michael Saylor, fundador de Strategy, con su declaración críptica: “Se acercan grandes cosas”. Weekley amplificó aún más la intriga al circular una instantánea de Matthew Pines, director ejecutivo de Bitcoin Policy Institute, que representa un espacio de conferencia indescriptible subtitulado, “la habitación donde sucedió”.
También avivó la curiosidad al mostrar un visual del CEO de la revista Bitcoin, David Bailey, quien intervino con brevedad filosófica debajo de la críptica publicación de Michael Saylor “Las grandes cosas que vienen”: “Abrazar la teoría del juego”. Una misiva posterior de Bailey, “cuando crees que el programa ha terminado pero realmente está comenzando”, agregó capas de misterio al collage digital.
Su galería curada destacó aún más a Jason Lowery, un oficial de la Fuerza Espacial de EE. UU. Y experto en aeronáutica, cuyo Exchange X reveló la opacidad tentadora. Cuando se considera sobre un cambio de foto de perfil, Lowery demuró: “Darle unas 3 semanas y debería ser más obvio”, un comentario que armoniza con la hipótesis de Weekley.
Su conjetura también refleja el tratado de Lowery en “Softwar: una teoría novedosa sobre la proyección de poder y el significado estratégico nacional de Bitcoin”, que plantea que aprovechar los activos tangibles, como la energía, para ordenar los reinos virtuales podría fortalecer las defensas de una nación.
Si el Departamento de Defensa se aventura en la minería de Bitcoin, se sumergiría en el mecanismo de prueba de trabajo (POW), transformando kilovatios en fortificaciones criptográficas. Tal gambit encaja con la visión de Lowery de aprovechar los activos tangibles para dominar los dominios digitales, enmarcando la seguridad de blockchain como una pieza de ajedrez geopolítica. Al anclar la integridad de la red a través de Heft computacional, la agencia podría actualizar la doctrina de software de Lowery.
Publicado en febrero de 2023, el manifiesto de Lowery reinventa bitcoin no como una mera red de divisas, sino como un escudo electro-ciber con ramificaciones tácticas profundas. Su tesis depende de la fricción entre la fuerza corporal (energía, obligado por la termodinámica) y el dominio ideológico (creencia colectiva), entrelazadas con estrategias enraizadas en los principios de la teoría del juego. Mientras tanto, el hilo especulativo de Weekley encendió varios expertos digitales, que inundaron el hilo con conjetura.
El fundador de Barefoot Mining, Bob Burnett respondió diciendo: “No estoy diciendo que me guste, pero es inevitable. La Fed probablemente también lo hará y también lo harán la CIA y la NSA. Espero que los dos últimos ya lo hagan”. Otra persona en el hilo de Weekley comentó afirmar: “Creo que el DOD ha estado minando Bitcoin durante años como un problema de seguridad nacional y softwar y (Jason Lowery) ha sido los vehículos educativos para mover la ventana Overton”.
Si el Departamento de Defensa abrazara la tesis de software, podría remodelar completamente la forma en que se libra la guerra cibernética. En lugar de apoyarse únicamente en métodos convencionales como malware y piratería, las naciones participarían en una batalla de poder computacional y dominio de la energía. Los costos tangibles de prueba de trabajo harían cualquier intento de atacar o manipular el sistema prohibitivamente costoso, creando un escudo formidable para la ciberseguridad nacional.
Por ahora, sin embargo, la idea sigue siendo pura especulación, solo reflexiones teóricas sin ninguna acción concreta. Aún así, es un concepto intrigante a considerar.